Artículo de opinión con motivo de la celebración del Primero de Mayo 2023
PRIMERO DE MAYO, UN PIE EN LAS INSTITUCIONES Y MIL EN LAS CALLES
Lejos de ser un día meramente festivo, el Primero de Mayo es una jornada de reivindicación de los derechos de la clase trabajadora, y hoy en día hay razones de sobra para manifestarse el próximo lunes.
Muchas familias vascas están pasando por una situación complicada ya que están pagando las consecuencias de la alta inflación generada por la avaricia empresarial. En 2022 un estudio del sindicato CCOO ya avanzaba que la gran subida de los precios se debe en gran parte al aumento de beneficios empresariales. Es decir, el enriquecimiento de unos pocos está empobreciendo al conjunto de la sociedad y especialmente a la clase trabajadora. Por ello, Ezker Anitza-IU y el PCE-EPK saldremos de nuevo a las calles con una reivindicación clara: exigir subidas salariales ligadas al IPC para evitar la pérdida de poder adquisitivo y posibilitar la mejora de derechos sociales.
En el último año hemos asistido a grandes movilizaciones para mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora: los conflictos de las trabajadoras de intervención social, residencias privadas, APDEMA, INDESA, Altan Bernedo, Naipes Fournier, limpieza de edificios públicos, Mercedes-Benz, convenios del metal de Araba y Bizkaia… Sin perder de vista las reivindicaciones del colectivo de pensionistas. Sólo con la movilización constante seremos capaces de alcanzar nuevas conquistas sociales.
El Primero de Mayo toca también reivindicar todos los logros alcanzados. En ninguna legislatura de la democracia se habían dado tantos avances sociales como en esta, algunos de ellos, las dos reformas de las pensiones, basadas en aumentar derechos y la viabilidad económica del sistema sin recortar prestaciones; la primera reforma laboral que avanza en derechos para las y los trabajadores; el impulso a la conciliación a través de una mejora de los permisos en la ley de familias; la subida del SMI en cinco años del 47%, que ha pasado de los 735 euros al mes de 2018 a los 1.080 euros actuales; o la recién aprobada Ley de Vivienda.
Está claro que estos cambios no ponen, de momento, en cuestión al sistema capitalista, como origen de todas las desigualdades sociales, pero sí ayudan a poner en valor la necesidad de que la clase trabajadora tome conciencia y actúe en consecuencia. La movilización sindical y la acción legislativa, lejos de apuntalar el sistema, hacen avanzar la conciencia social y de clase como camino hacia la superación de la crisis a la que nos ha llevado un modelo capitalista que está dando claros signos de agotamiento.
Solo nos queda animar a la mayoría social trabajadora a participar en las movilizaciones del Primero de Mayo, poniendo un pie en las instituciones y mil en las calles. Solo un presente de lucha nos asegura un futuro digno.
¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO!
¡LARGA VIDA A LOS Y LAS QUE LUCHAN!
Miguel Burdallo Bautista, responsable político del PCE-EPK en Araba.
José Damián García-Moreno López, coordinador territorial de Ezker Anitza IU Araba.