La organización de Ezker Anitza-IU en Bizkaia, ha criticado la política de incineración de PNV y PSE tras conocerse el ofrecimiento por parte de la Diputación Foral vizcaína de que, ante la posibilidad de enviar la fracción resto gipuzkoana a un vertedero industrial de Mallabia hasta que se construya la incineradora en Gipuzkoa, el ejecutivo foral ofrezca Zabalgarbi como destino final de los residuos.
La coalición ha querido así denunciar “la incapacidad para gestionar correctamente los residuos de Gipuzkoa y el intento de escurrir el bulto enviando a incinerar al territorio contiguo, exactamente lo mismo que han hecho hasta el momento con los acuerdos firmados con los vertederos de Meruelo o Arnedo”.
Este tipo de medidas, dejan patente que el actual modelo de gestión hace aguas y que la dupla PNV-PSE sólo son capaces de recurrir a la incineración, costosa social, económica y ambientalmente para gestionar los residuos, cosa que podría evitarse con una correcta recogida y gestión de los mismo, donde se cumpliría con las políticas de economía circular que la UE ha propuesto a los países miembros”.
Sin embargo, para Ezker Anitza-IU en Bizkaia “es evidente que ninguna de las diputaciones apuesta por la economía circular y que no tienen ningún interés en una correcta gestión de residuos, sólo por alimentar Zabalgarbi y al lobby de la incineración cueste lo que cueste”. Este planteamiento, ha supuesto que “Bizkaia esté lejos de cumplir los objetivos europeos de reciclaje, horizonte que, con las 120.000 toneladas de residuos procedentes de Gipuzkoa se antojará imposible”.
Por todo ello, la organización de izquierdas ha querido recordar que “Bizkaia tampoco cumple porque el sistema no funciona, hacen falta otras infraestructuras y medidas, como sistemas de recogida separada que permitan alcanzar el objetivo europeo del 65% (ó 70%, según el Parlamento Europeo) de reciclado, o nuevos planteamientos como el estudio e implantación del sistema RETORNA (SDDR) entre otros ejemplos, como primer paso del cambio de modelo de gestión de los envase”.
En definitiva, “una apuesta decidida por otro modelo de gestión de los residuos, que tanto la Diputación Foral de Bizkaia como la de Gipuzkoa no pretenden hacer, como lo estamos viendo con el reciente proceso opaco, poco participativo y decretado de prórroga del II PIGRUB de Bizkaia”.