Desde Elkarrekin Podemos, la parlamentaria Tinixara Guanche califica el Pacto por la Familia e Infancia de “exposición abstracta e incompleta”, porque “el compromiso institucional se queda corto, si no se especifica cómo se implementarían las propuestas, ni cuál sería el reparto de responsabilidades entre instituciones, ni con qué presupuesto se financiaría”. El texto, añade Guanche, tan solo recoge una medida concreta: “la subvención al segundo hijo/a, mientras se elude el principio del bienestar superior de los niños, niñas y adolescentes”. En opinión de la representante del Grupo parlamentario que conforman Podemos, Ezker Anitza-IU y Equo, “no se puede hablar de propuestas para el aumento de la natalidad sin una apuesta clara para dotar a las y los jóvenes de oportunidades reales de futuro que les permitan planificar el escenario de construcción de una familia en el corto o medio plazo”. En ese sentido, Guanche precisa: “lo fundamental para ello es el empleo de calidad y estable; el acceso a la vivienda asequible como un derecho y no como un negocio y la posibilidad de emancipación como una realidad y no como una yincana de obstáculos”. Asimismo, Guanche lamenta que no se esté teniendo en cuenta la conciliación, como un “elemento estructural al que atender, y crucial a la hora de crear una familia”. Otra realidad que según la parlamentaria se ha “obviado”, es la pobreza y a la desigualdad social, “en un escenario instalado de precarización, especialmente de las personas más pobres y en concreto de las mujeres que sacan adelante solas a sus hijas e hijos”. Por ello, desde Elkarrekin Podemos ven con preocupación que una obligación real, la protección a la infancia, se haya plasmado en una “mera declaración de buenas intenciones, presentada a bombo y platillo e inmortalizada en una foto sin mujeres”. Para Guanche es inadmisible la imagen “tremendamente masculinizada” de la presentación del pacto, que excluye al 50% de la población.