El parque de viveros de Ulia, patrimonio de los y las donostiarras

Durante este primer año de legislatura municipal uno de los temas de los que más hemos hablado en Donostia ha sido el futuro de los antiguos viveros municipales de Ulia. Un futuro incierto a día de hoy y sobre el que nos gustaría reflexionar.

Consideramos oportuno recordar que este espacio fue diseñado hace un siglo entre otros por el Maestro-jardinero Pierre Ducasse. Hasta 2007 suministró plantas para los jardines de la ciudad. Alberga también los antiguos depósitos de agua de Donostia construidos en el siglo XIX en funcionamiento hasta 1982, incluidos en Plan de Protección del Patrimonio y que gracias a la Asociación de Vecinos de Ulia son visitados cada vez por más personas tanto donostiarras como visitantes.

Asimismo, en 2015 el Ayuntamiento, mediante un concurso, concedió a la Asociación de Vecinos de Ulia permiso para la apertura del parque. A raíz de esa apertura, surgió el proyecto “Uliako Lore-Baratzak” que gracias a la participación de los y las vecinas está llevando a cabo una serie de iniciativas que dan vida al parque.

La iniciativa ha sido reconocida por el propio Gobierno vasco a través del premio “Elkarlan”. Este galardón concede tres premios a sendos proyectos que, incidiendo en los ámbitos de actuación de la salud, el medio ambiente, el desarrollo económico, el aprendizaje y la cohesión social, promuevan la generación de valor público compartido para la satisfacción de necesidades y retos sociales y que sean capaces de activar procesos de empoderamiento de personas y colectivos en sus fases de diseño e implementación de los mismos.

Recientemente la Asociación de Vecinos de Ulia encargó a la Sociedad Aranzadi la realización  del “Estudio de los valores naturales, históricos, culturales, paisajísticos e importancia de los viveros de Ulia en la planificación verde de la ciudad de Donostia / San Sebastián”, que concluye que éstos deberían ser considerados como un “espacio cultural verde”, incluido dentro del patrimonio a proteger por los valores del parque.

Desde nuestro punto de vista, todo lo expuesto sirve para ilustrar el valor que el parque de los antiguos depósitos de agua y viveros de Ulia tiene, y que debería ser motivo más que suficiente para su conservación y protección por parte del Ayuntamiento. No obstante, la modificación del Plan General que se va a aprobar de manera definitiva próximamente posibilita que este parque pueda ser destinado a la construcción de viviendas, lo que supondría la desaparición de la mayor parte del mismo, y con ello los valores naturales, históricos, culturales y paisajísticos que tiene, así como el proyecto galardonado por el Gobierno vasco. Es cuestión de voluntad política que esto no suceda, más aún cuando en la ciudad hay espacios disponibles para construir viviendas sin destruir un patrimonio susceptible de ser conservado, más aún cuando el Ayuntamiento tiene obligación legal de crear espacios públicos como son los parques en el suelo urbano.

Además, queremos mencionar que dentro de la estrategia Klima 2050, más de un centenar de especialistas han elaborado una serie de directrices que el Ayuntamiento de Donostia debería seguir para cumplir el pacto de alcaldes contra el cambio climático, denominado Pacto de París, que también suscribió el alcalde de nuestra ciudad.

Precisamente una de esas directrices es no aumentar el terreno urbano. Se nos podrá decir que los viveros de Ulia ya son terreno urbano, pero ese argumento es tan solo una forma de evadir el debate, ya que lo que los expertos manifiestan es la necesidad de preservar lo que aún no ha sido edificado.

Creemos que existen alternativas que el actual Gobierno municipal liderado por PNV y PSE podría estudiar para preservar el parque de los viveros de Ulia, y que debería analizar antes de iniciar ninguna operación urbanística que destruya un espacio que cualquier otra ciudad europea protegería sin dudarlo.

Entre ellas, una puede ser la de utilizar este espacio como reserva de terreno para la creación de parques o jardines, tal y como establece el Decreto 123/2012, de 3 de junio, de estándares urbanísticos. Dada la falta de suelo adecuado para este fin no hay muchas posibilidades para cumplir lo que establece el citado Decreto, por lo que ésta podría ser una buena oportunidad para cumplir con el mismo, y a la vez proteger el parque con toda la riqueza que contiene.

Asimismo, el Pleno aprobó el pasado mes de mayo la revisión del Plan de Protección del Patrimonio, se podría analizar su inclusión en el Plan, tal y como ya lo están por ejemplo los jardines de la Plaza de Gipuzkoa diseñados por el mismo Maestro-jardinero, Pierre Ducasse.

Desde nuestro punto de vista, el Gobierno municipal debe estudiar cuantas posibilidades haya para proteger y poner en valor un patrimonio de la ciudadanía donostiarra en su conjunto, algo que agradecerán quienes hoy disfrutan del mismo, pero sin duda también las generaciones futuras.

Amaia Martin y Loïc Alejandro, concejales de Irabazi Donostia.