El techo de cristal está construido sobre la base de rasgos que son difíciles de detectar, por eso no se ve y se llama de cristal. Esta barrera invisible aparece cuando las mujeres se acercan a la parte superior de la jerarquía corporativa y les bloquea la posibilidad de avanzar en su carrera profesional hacia cargos de nivel gerencial y ejecutivo.
Para el Área de la Mujer de Ezker Anitza-IU la paridad en los puestos de máxima responsabilidad es una asignatura pendiente y denuncia al gobierno del PP que de forma activa contribuya a esta brecha a través de los recortes, de las reformas laborales y de políticas concretas en contra de los derechos de las mujeres.
En los últimos años se han agrandado las brechas de género. Los indicadores de desigualdad lo muestran. También en el caso de la segregación vertical: ahora el techo de cristal afecta a más trabajadoras
Los datos del INE del 2010 y 2012 así lo señalan pero nos vamos a centrar en el último estudio de ADECES que es más reciente.
Según un estudio realizado por la Asociación pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales (ADECES) en 284 organismos y empresas. Las mujeres son minoría en los puestos de responsabilidad tanto en las grandes empresas españolas, como en el Gobierno central y los ejecutivos autonómicos.
Según datos de la Comisión en enero de 2013, España tiene un 12,3 por ciento de mujeres en los consejos de administración de las principales empresas cotizadas en el Ibex 35, muy lejos del 28,6 por ciento que presenta Finlandia.
Una contradicción muy grande cuando las mujeres representan el 60% de los licenciados universitarios.
En cuanto al sector público señalan que de los catorce cargos analizados en el Gobierno centro, incluyendo presidencia y los ministerios, diez son ocupados por hombres (71,43%) y cuatro por mujeres (28,57%). Mientras, las mujeres presiden tres de las diecisiete comunidades autónomas (el 15,8%): Aragón, Castilla La Mancha y Navarra.
Según el estudio de las 161 consejerías disponibles las mujeres representan el 36 por ciento. Sólo el Principado de Asturias tiene más consejeras que consejeros en su gobierno y tres comunidades (Cantabria, Galicia y Gobierno Vasco) disponen del mismo número de consejeras y consejeros. En el lado contrario se encuentran Aragón y la Región de Murcia que de sus nueve y ocho consejerías respectivamente sólo una la dirige una mujer.
Por su parte, de las 37 empresas públicas evaluadas sólo cinco, es decir el 13,51 por ciento, tienen a una mujer en la presidencia.
La OIT (“Breaking the glass ceiling: Women in management” de Linda Wirth), aunque el estudio es del 2001 los datos seguirían en vigor, también señalo algunos datos interesantes al respecto como:
- Que las mujeres sólo desempeñan del 1 al 3 por ciento de los máximos puestos ejecutivos en las mayores empresas del mundo.
- Que sólo 8 paises tienen como jefa de estado una mujer.
- Que las mujeres constituyen el 13 por ciento de los parlamentarios del mundo; y 21 países cuentan con una mujer desempeñando la vicepresidencia o segunda magistratura del Estado.
- Que, aunque las mujeres representan casi el 40 por ciento de los miembros de las organizaciones sindicales, sólo son mujeres el 1 por ciento de los dirigentes de los sindicatos.
- Que el “diferencial salarial” llega a ser de un 10 a un 30 por ciento en detrimento de las mujeres, incluso en los paises que están más avanzados en términos de igualdad de género.
- Que las mujeres trabajan más que los hombres en casi todos Los países y que son ellas quienes siguen realizando la mayor parte del trabajo no retribuido.
El Área de la Mujer de Ezker Anitza-IU considera que las políticas de discriminación positiva como la directiva de noviembre de 2012 de la Comisión Europea en la que se propone el 40 por ciento de presencia de mujeres en los consejos de administración de las empresas, ayudarían a motivar a mujeres tan capaces y talentosas como sus pares masculinos a ascender, incorporarse y permanecer en el mercado laboral y aumentar las tasas de empleo femenino.
El Área de la mujer de Ezker Anitza–IU entiende que son los poderes públicos quienes deben impulsar esta paridad es sus actuaciones y extenderla a través de normas pero que lamentablemnte se ve en la obligación de denunciar su inoperatividad, su dejación y su acción en contra de promover la igualdad.