En este Día Internacional de la Mujer por la Paz y el Desarme, desde el Área de la Mujer de Ezker Anitza-IU como mujeres antimilitaristas, decimos ¡NO A TODAS LAS GUERRAS! y tenemos la firme voluntad de seguir trabajando por el desarme mundial y de fomentar el desarrollo humano y social, por el restablecimiento de la paz y la desmilitarización.
Lejos de disminuir los conflictos armados aumentan y son constantes hoy existen más de 30 países donde los conflictos armados dejan un saldo de más de mil muertes violentas
Se estima que cerca del 90% de las víctimas de guerra en la actualidad son civiles, la mayoría de ellos mujeres y niños.
Aunque comunidades enteras sufren las consecuencias de los conflictos armados, las mujeres y las niñas se ven particularmente afectadas debido a su condición jurídica y social y su sexo.
Miles de mujeres en todo el mundo sufren los traumas de la guerra: enviudan, son desplazadas, detenidas, separadas de sus familiares, víctimas de la violencia y de las heridas y son objeto de tácticas de guerra: violaciones sistemáticas, esclavitud sexual, embarazos forzados o esterilizaciones.
A pesar de esto son muchas las mujeres asumen el papel activo como protagonistas en los procesos de creación de paz para evitar el estereotipo que las muestra como víctimas silenciosas y pasivas.
Cada vez más mujeres se organizan y desafían el poder autoritario de los grupos armados y afirman su liderazgo en los procesos de resistencia e interlocución frente a éstos y el Estado, a pesar de los riegos.
Las mujeres de Ezker Anitza-IU creemos el derecho a una paz real, que es más que la ausencia de la guerra y por ello exigimos:
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Que la comunidad internacional reconozca a las mujeres su capacidad de mantener sus espacios de negociación
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Que la participación se de en pie de igualdad y se posibilite la intervención en todas las iniciativas encaminadas, al mantenimiento y el fomento de la paz y la seguridad así como a la prevención y solución de conflictos armados o en las negociaciones de acuerdos de paz
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Que las mujeres puedan tener la oportunidad de diseñar su propia agenda de temas a negociar y priorizar.
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Que se fomenten las políticas de prevención de los conflictos
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Que se impulse el desarrollo humano a través de una ética no violenta en todos los ámbitos.
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Apoyamos la objeción fiscal anti-militar, para una redistribución de los recursos públicos, en beneficio del gasto social.
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Exigimos la democracia real en el que las mujeres y los hombres en rigurosa igualdad compartan el poder de intervenir en las prioridades de actuación y las decisiones adoptadas en su nombre.