Egunon guztioi, lehenik eta behin, Nueva Economía Forumi eskerrak eman nahi dizkiot topaketa honetan parte hartzeko gonbitearengatik eta baita zuei guztiei ere etortzeagatik.
Tal vez, antes de iniciar la exposición merece la pena que dedique un par de minutos a presentar Ezker Anitza-Izquierda Unida, pues si bien Izquierda Unida y quienes la formamos somos los mismos y las mismas que lo llevamos haciendo desde hace años, Ezker Anitza, no deja de ser un nuevo agente en el panorama político vasco.
Ezker Anitza es una nueva fuerza de izquierda radical, entendiendo este término como la izquierda que aspira a llegar a la raíz de los problemas, que nace ante el desmantelamiento del proyecto social europeo y estatal que derivaba de los Tratados Europeos y de la Constitución de 1.978. Un modelo social que está siendo destruido por las políticas de la Troika frente a las que hasta el momento no hay muro político ni jurídico que proteja la vida de la gente común. No hay muro político porque estos poderes han corrompido la política ni jurídico porque nuestros jueces e instituciones miran para otro lado.
Ante este ataque que busca reducir el sur de Europa a un modelo chino de producción, tenemos que tirar de la mejor tradición europea, así lo de demanda nuestras poblaciones en las calles, para recomponer un modo de vida alternativo.
Se necesitan nuevas organizaciones que conecten, sin sustituirlas con estas luchas populares, y ayuden a su orientación y organización. Además de indignados hay que ser organizados y organizar una agenda para el cambio radical y para la defensa de nuestra gente más común.
EZKER ANITZA-Izquierda Unida se presenta además como un proyecto que busca la creación de frentes de izquierda a nivel europeo, estatal y vasco.
A nivel europeo para revisar el actual Tratado de Lisboa que ha llegado a ilegalizar al Sr. Keynes. Queremos nuevos tratados donde sean posibles políticas anticíclicas financiadas por un BCE sometido a control democrático que preste directamente a los Estados y no a los Bancos como luego diré. Por supuesto con una fuerte Banca Pública que compense el desastroso funcionamiento del sector bancario privado europeo y ponga fin a más de los mal llamados rescates.
A nivel estatal: colaborando con otros agentes del Estado para revisar profundamente la Constitución de 1.978 dando lugar a una segunda y auténtica Transición donde contemos con un fuerte Estado del Bienestar, una jefatura del estado elegida de manera democrática, es decir una república y un modelo territorial realmente federal.
A nivel de Euskadi siendo un freno para que los partidos políticos que representan estos intereses financieros y de derechas no lleven a los vascos y las vascas a los mismos desastres que se está llevando a griegos, portugueses, irlandeses y otros pueblos del Estado con los que queremos ser solidarios.
Una vez hecha esta pequeña presentación, me gustaría comenzar recordando que tuve la oportunidad de participar en este mismo foro en marzo del año 2010, en aquel momento habíamos traspasado ya la barrera de los 4,1 millones de parados y paradas en el estado y la de los 137.000 en Euskadi. Se decía entonces que estábamos en la cresta de la crisis, que todo lo que iba a venir sería mejor que lo que habíamos vivido en esos años de quiebras de bancos, de EREs y de fusiones de empresas, con sus correspondientes despidos. Y muchos se lo creyeron. No creían que la crisis económica fuera a ser tan larga, pero dos años y medio después estamos cerca de los 6 millones de parados y paradas en el estado y en más de 163.000 en Euskadi y cada vez que alguien le pone fecha al fin de la crisis es más tarde. Al principio se decía que a finales de 2010 estaríamos creciendo, luego se dijo en 2011, luego en el primer trimestre de 2012, luego en el segundo. Ahora se habla de 2015, de década perdida o, peor aún, de generación perdida.
A algunos todo les parecía ajeno. La crisis es española, no vasca. España nos arruina, Euskadi es capaz de salir sola de la crisis. Todo se arreglará cuando Estados Unidos y Alemania vuelvan a crecer, porque Euskadi exporta mucho a estos mercados. Pero ellos ya están creciendo y nosotros no. Ellos están fomentando la inversión y el I+D y nosotros recortándolas.
Tan ajeno parecía, que el gobierno de López y Basagoiti nos intentaron convencer de que estábamos bien y de que éramos solventes. Que en Euskadi la crisis iba a afectarnos pero en mucho menor grado que en el resto del estado.
Sin embargo, el balance de estos tres años de Gobierno PSE-PP no puede ser más desalentador:
• 41% más de desempleo
• Más de 120.000 personas se han visto afectadas por un Expediente de Regulación de Empleo.
• La deuda pública ha aumentado hasta el 8% del PIB
• La ejecuciones hipotecarias han pasado de 6 de media al día a 12/14
• El mercado inmobiliario se ha desplomado
• El deterioro de servicios públicos tales como Osakidetza, servicios sociales (RGI, Heldu) ha sido evidente.
Constatación manifiesta de que las políticas económicas que nos han aplicado durante este periodo no buscan el bienestar de la ciudadanía, sino el cumplimiento de una serie de objetivos macroecómicos que están muy alejados de las necesidades de los ciudadanos y las ciudadanas corrientes.
Dediquemos pues los siguientes minutos a describir de manera somera qué ha ocurrido en los últimos dos años y cuáles han sido las decisiones y los mensajes que se nos han transmitido desde los gobiernos.
“Nuestra máxima prioridad es controlar el déficit. No podemos seguir gastando lo que no tenemos”.
“Lo que más nos preocupa es generar credibilidad en los mercados”.
“Controlando el déficit, superaremos el paro”.
Podríamos decir que estas pocas frases constituyen el eje central del discurso económico del gobierno del PP actual, pero también el de Zapatero en su momento y el del propio López en Euskadi a tenor del visto bueno del Lehendakari a la reducción del déficit de las CCAA pactado por la conferencia de presidentes autonómicos hace 15 días.
Aunque son muy simples y, aparentemente, muy bien intencionadas, centraré mi intervención en procurar demostrar todo lo que se oculta tras ellas y mis profundas discrepancias al respecto.
Sin negar la dramática gravedad de la crisis, plantearé cómo existen otras vías alternativas para afrontarla y lo respaldaré con cifras y datos comparativos.
El problema es tan serio y está afectando a tantos millones de ciudadanos que resultaría muy pobre recurrir a tópicos más o menos demagógicos.
Empecemos pues a desgranar el fondo de estas frases.
La primera cuestión a aclarar debería ser, ¿por qué se ha disparado el déficit público?
El estado español, antes del inicio de la crisis económica tenía déficit público del 36,1% del PIB y los ingresos provenientes de la construcción alimentaban las arcas públicas de manera generosa tanto en lo que respecta a las centrales, como a las autonómicas e incluso las municipales.
¿Cuál es entonces el motivo de que el déficit esté ahora en el 80% del PIB? ¿El mantenimiento de los servicios públicos en un contexto de crisis y rebaja de la recaudación? A la vista está que no.
¿La mejora de infraestructuras básicas para la ciudadanía como colegios públicos, hospitales, carreteras, vías ferroviarias? Tampoco, sino más bien todo lo contrario.
¿Una decidida apuesta por parte de los gobiernos por el I+D+i en la búsqueda de articular un modelo productivo distinto al del sol y ladrillo? Nada más lejos de la realidad.
¿Cuál es entonces el motivo? El motivo es doble. En primer lugar, una gestión ineficaz y temeraria por parte de unas Cajas de Ahorros y entidades financieras que se dedicaron a financiar grandes infraestructuras de dudoso valor social a mayor gloria de determinados partidos políticos; resultando así que hemos acabado por tener estaciones sin trenes, centros de exposiciones sin visitantes o aeropuertos sin aviones y que alteraron su modelo de negocio, para incorporar la especulación inmobiliaria como fuente de beneficio, en muchas ocasiones también con el visto bueno de partidos como el PP o el PSOE. Y en segundo lugar y como consecuencia del primer motivo, el traslado de la deuda privada, la de las entidades financieras, del ámbito privado al ámbito público a través de los distintos rescates a la banca y las cajas de ahorro.
Gobernu guztiek behin eta berriro errepikatzen badute beraien lehentasuna defizita jeistea eta lana sortzea dela nola da posible kanpo zorra hainbeste gehitu izana?
Erantzuna gogorra da baina emateko erreza, gobernuek erabaki dutelako banka eta entitate finantzieroen galerak denon artean ordaindu behar ditugula, eta beraz behar izan den diru publiko guztia jarri dute erreskateak egiteko. Hau da onurak pribatizatu eta galerak sozializatu.
Cabe por lo tanto desmontar la principal afirmación que repiten los gobiernos como un mantra, nuestra prioridad es la lucha contra el déficit. Si así hubiera sido no se habría incrementado el mismo de manera exponencial por el único objetivo de rescatar un sistema financiero, al cual, hasta hace bien poco tiempo, nadie quiso obligarle a hacer ningún tipo de reforma.
No, la prioridad de los gobiernos de Zapatero y Rajoy, ha sido rescatar el sistema financiero español con dinero público. Y la pregunta que nos hacemos en ¿Quién rescata a los ciudadanos?, ¿quién va a rescatar a los cientos de miles de personas que se van a quedar este año sin prestación por desempleo y sin esperanzas de conseguir un empleo? No podemos seguir rescatando bancos cuando son ellos los que ejecutan entre 12 y 14 desahucios al día en Euskadi.
No es posible seguir privatizando las ganancias y socializando las pérdidas.
Los intereses de los grandes partidos, la responsabilidad directa por la gestión de muchas cajas de ahorro, las presiones de los mercados, han llevado al gobierno español a solicitar créditos de miles de millones de euros para inyectar a un sistema financiero que como consecuencia de su apuesta por la especulación inmobiliaria hacía aguas por todos lados.
¿La consecuencia más inmediata? Las partidas que hay que destinar al pago de la deuda el año 2013, 38.000 millones de euros en el estado, y aproximadamente 500 millones de euros en Euskadi.
Efecto directo de esta decisión: el descenso de la inversión pública en servicios públicos, infraestructuras e I+D+i, es decir, los ámbitos en los que desde nuestro punto de vista debería invertirse si la prioridad fuera realmente reducir el déficit y crear empleo.
Sin embargo, los todopoderosos mercados, aquellos que dominan el mundo, han decidido que no, que el estado español no puede salir reforzado de esta crisis de ninguna manera, y se han dedicado a especular con la deuda española hasta elevar la prima de riesgo a niveles completamente impropios de la teórica solvencia de un estado como el español marcando un record de 616 puntos básicos, este mismo verano.
Y cabe hacerse la siguiente pregunta ¿realmente tienen los mercados el poder suficiente como para empobrecer un país? ¿El actual sistema no permite anteponer las necesidades de la inmensa mayoría de la ciudadanía al beneficio de una minoría? La respuesta es tan sencilla como dramática, sí a la primera pregunta, los mercados pueden llegar a empobrecer países y no a la segunda, el actual sistema antepone el beneficio de unos pocos al de la mayoría, y todo ello porque, el actual sistema es ineficaz, injusto, incompleto e inviable.
Es ineficaz porque no ha permitido controlar los niveles de empleo, sino que ha aumentado las tasas de paro hasta superar los máximos históricos, y nada hace pensar que vaya a parar aquí.
Es injusto porque ha puesto los intereses de las grandes fortunas, de las grandes empresas y de los bancos por encima de la ciudadanía corriente y porque ha perjudicado gravemente a las clases más populares.
Es incompleto porque el poder de los ciudadanos ha sido secuestrado por el gran capital.
Y es inviable porque está hipotecando su futuro a costa de la educación y de la sanidad pública contando con unos recursos naturales que no son infinitos.
Soluziobidea ordea, arazoaren arrazoia aurkitzea bezain erreza da, beste sistema bat behar dugu. Egun dugun sistema ez eraginkorra, bidegabea, osatugabea, diberagabea delako, eta honi buelta eman behar zaio.
Desde nuestro punto de vista, un sistema más eficaz debe anteponer por encima de todo el empleo. El control del déficit vía recorte no puede ser la única estrategia, ya que, como afirma alguien tan poco sospechoso de ser de Ezker Anitza como es el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz,
“Si un gobierno recorta, la demanda total caerá y el paro subirá. Y la capacidad de devolver lo que debe baja, sus ingresos impositivos caen y su gasto en desempleo y programas sociales sube, generándose así un círculo vicioso muy peligroso”.
Este círculo en el que han entrado tanto el estado español como Euskadi, solo tiene una forma de salir de él. Reducir el déficit a través del aumento de los ingresos así como a través de la renegociación de una deuda pública, ahora mismo imposible de pagar por parte de los gobiernos.
Esa debe ser una de las grandes conclusiones a las que debería llegar el Partido Popular, en este contexto, la deuda del estado español no podrá pagarse nunca; por lo que empecinarse en seguir recortando fondos a la inversión pública, sólo nos llevará al empobrecimiento de un país, que ya de por sí ha retrocedido décadas en tan solo unos pocos años.
Un sistema más justo debe tratar a todos los ciudadanos y ciudadanas por igual. Debemos pasar de la hegemonía del capital a la hegemonía de la ciudadanía.
Es cuestión de alterar las prioridades, dejar de mirar a los de arriba para prestar atención a los de abajo. Dejar de atender las exigencias de la minoría para centrarse en garantizar un mínimo modelo de bienestar para la mayoría.
La política de recortes que han aplicado los gobiernos de Zapatero y Rajoy a las órdenes de la Troika, además de ineficaz es profundamente injusta, ya que carga el peso de la crisis en quien no la ha generado y por lo tanto no debería ser la víctima de la misma.
Los primeros meses de la crisis financiera, antes de que la misma pasara a convertirse en económica, algunas voces poco sospechosas de tener alguna sensibilidad social, empezaron a hablar de la necesidad de refundar el capitalismo. Pues bien, varios años después, lejos de ahondar en esa vía, la Troika ha decidio que la salida para los países del Sur del Europa es caminar hacia el debilitamiento de sus servicios públicos y la asiatización de sus relaciones laborales.
Un sistema incompleto, porque desde nuestro punto de vista un sistema más completo debe ser capaz de tomar sus propias decisiones, al margen de cuáles sean los intereses del gran capital. No se puede retroceder en décadas en lo que a los derechos laborales respecta, atendiendo exclusivamente al interés de determinadas multinacionales.
No se pueden derogar parcialmente ciertas leyes, como la de fumar, para que una gran multinacional de Las Vegas instale en tu territorio el mayor casino de Europa.
Este no es el sistema que la sociedad necesita y éste es uno de los mensajes que queremos transmitir a los vascos y vascas en esta campaña electoral. Hay otra forma de hacer política más completa, con un eje central: los ciudadanos y ciudadanas, y con unos objetivos muy claros, aumentar y mejorar los servicios públicos para generar empleo de calidad, financiado con el dinero que las grandes fortunas y multinacionales tratan de esconder para no pagar impuestos.
Un sistema más viable tiene que mirar hacia el futuro y ver que no se puede dedicar una tercera parte del dinero público a pagar la deuda. Deuda, por cierto, que como siempre, termina beneficiando a los mismos. Decía Vinçent Navarro que
“Los ricos en lugar de pagar al Estado en impuestos, le prestan el dinero que han ahorrado al evitar pagar impuestos al Estado, el cual les tiene que pagar unos intereses. El sistema es perfecto para los ricos, transfiriendo así una gran cantidad de fondos del sector público a los ricos y a sus bancos”.
Nuestra forma de entender la política no consiente un sistema así. Este sistema hace que la economía sea cíclica e inestable, caldo de cultivo para los especuladores.
La pregunta que cabe hacernos pues es la siguiente ¿Para quién es este sistema? ¿Se dan cuenta de las injusticias que nos rodean? ¿Se dan cuenta de por qué la gente hace uso de sus derechos y sale a la calle a protestar? Porque el sistema no funciona, porque es ineficaz, injusto, incompleto e inviable. Y nosotros no trataremos de intentar invertir la situación, porque no podemos seguir viviendo en un sistema que sólo se preocupa de lo que en otros países se ha llamado el 1%.
En estos momentos de profundo malestar e incertidumbres ha llegado el momento de las alternativas. Miren, cuando en una fábrica una máquina se avería y por más que se intenta arreglar no se consigue, llega el momento en el que la única solución es cambiarla. Del mismo modo, cuando un sistema falla y no hay manera de arreglarlo, ni de refundirlo, ni de rescatarlo, hay que cambiarlo.
Decía el jefe indio de Seattle que “Sólo cuando se haya cortado el último árbol, contaminado el último río, pescado el último pez, sólo entonces verás que el dinero no se puede comer”.
Nuestro objetivo es que nunca nos tengamos que ver en la necesidad de constatar que el jefe indio tenía razón, por eso creemos que ha llegado el momento de presentar alternativas reales a un modelo que ya se ha demostrado inservible.
Egoera honen aurrean bost proposamen egiten ditugu.
1.- Lehentasunak aldatzea, gizartea finantza entitateen gainetik egon behar da. Eta beraz, kanpo zorraren inguruan azterketa sakon bat egin behar da eta zilegia ez dena ez ordaindu eta bestearekin birnegoziaketa prozesu bat ireki ordain epeak luzatzeko.
2.- Diru sarrerak gehitu politika fiskala berriro 2006. urtean zegoen lekura bueltatuz eta iruzurraren aurkako borroka indartuz.
3.- Lan erlazioen eredua aldatu
4.- Inbertsio publikoa indartu lan plan sakon eta sendo bat aukertu ahal izateko.
5.- Etxebizitza arloan desahuzioak geldiarazi legez.
1.- En primer lugar hay que alterar las prioridades, darle la vuelta a la tortilla y priorizar el bienestar de las personas sobre el de las cuentas de resultado de la banca Alemana y Francesa.
¿Esto qué significa? Para empezar recuperar la soberanía. El estado español es un estado intervenido de facto. Los presupuestos del año 2013 se han elaborado bajo la estricta supervisión de los técnicos de la Troika y el segundo rescate, pendiente de las elecciones gallegas no hará más que incrementar esa dependencia. Así pues, ha llegado el momento de que el estado español exija una renegociación de la deuda pública española.
Realizando en primer lugar una auditoria de esa deuda para determinar qué parte es legítima y cuál no. ¿Es acaso legítimo que como consecuencia de la capacidad especulativa de los grandes fondos de inversiones y la banca, el estado español esté pagando entre un 4,5 y un 6% de intereses por que le presten un dinero que en realidad es dinero público? No hay que olvidar que el BCE ha estado prestando dinero a un 1% de interés.
Una vez determinado el verdadero origen de la deuda pública, toca exigir una quita de la parte ilegítima y una renegociación de la legítima.
No es de recibo que los bancos tengan un plazo de 15 años para regenerar sus cuentas y sin embargo el estado español sólo disponga de 2 años para adaptar su nivel de déficit al 3%. No negamos la necesidad de controlar el déficit ni que el endeudamiento sólo pueda destinarse a la inversión que no al gasto corriente, pero convendrán conmigo que no es lo mismo ir adaptando el gasto en 10/15 años que hacerlo en dos.
Esta operación, lejos de implicar tal y como describen los analistas más liberales un aumento de las dificultades de financiación del estado, desde nuestro punto de vista tendría dos virtudes radicalmente contrarias a esa tesis.
1.-Un descenso radical de la deuda del estado y por lo tanto un descenso del déficit que implica la financiación de la misma y la liberalización de partidas presupuestarias para destinar a otros propósitos sociales.
2.-Un aumento de la credibilidad de estado español en los mercados como consecuencia directa del descenso del peso de la deuda sobre el PIB. Los mercados no juzgan el pasado juzgan el futuro y de la misma manera que una actividad empresarial puede volver a realizarse tras una declaración de quiebra por mala gestión, un estado puede o al menos debería poder hacer lo propio.
2.- Otra de las propuestas alternativas que presentamos para incrementar los ingresos y poder destinar éstos a la cobertura de los servicios sociales es la de la alteración del actual modelo impositivo, según el cual son las rentas del trabajo de la clase media, ya que de de las casi 19,3 millones de declaraciones hechas en 2008, tan solo 19.350 —es decir, el 0,1% del total— tenían una base imponible superior a 360.000 euros, soportan el principal peso de la recaudación para que sean las rentas del capital, el ahorro y las empresariales las que carguen con ese peso.
El modelo del que hablamos era el que más o menos existía en Euskadi hasta 2006 cuando se aprueba la reforma del IRPF que separa la base imponible del ahorro de la del trabajo, lo que supone que el trabajo pasa a tributar a una escala y el capital a un tipo fijo por debajo de la media del trabajo. Asimismo, en esos años se rebaja el tipo del impuesto de sociedades del 32,6 al 28%, pero a la vez se modifica la definición de PYME, que pasan a tributar al 24%. Esto provoca que la inmensa mayoría de las empresas vascas pasan de tributar del 32,6% a un tipo nominal del 24% ; no obstante la gran batería de exenciones, deducciones y reducciones hacen que el tipo medio al que tributan beneficios empresariales esté entre un 12 y un 15%, muy por debajo de la media del IRPF.
Otro de los impuestos suprimidos entre PSE, PNV y PP fue el impuesto de patrimonio que en Euskadi recaudaba en torno a 220 millones de euros anualmente.
Nuestra propuesta consiste por lo tanto en volver al modelo impositivo anterior, si queremos ampliar la recaudación, además de adaptarnos al axioma de que más pague quien más tiene y no como ocurre hasta ahora que paga más quien tiene nómina.
Y qué decir del fraude fiscal, de los paraísos fiscales o de la amnistía fiscal aprobada por el gobierno del partido popular. Un fraude fiscal que en Euskadi supone un descenso de recaudación de más de 2.000 millones de euros al año, es decir un 20% del presupuesto.
Y esto no lo digo yo, lo dice El sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA) que en marzo pasado alerto del elevado fraude que existe en Euskadi y que ascendía a 13.560 millones de euros al año, tasa equivalente a más de la quinta parte (20,6 por ciento) del Producto Interior Bruto de la comunidad autónoma, y que supone dejar de recaudar más de 2.415 millones de euros anuales.
Es decir, cantidad más que suficiente para financiar todos los recortes que ha ido aplicando Patxi López a lo largo de la última legislatura sin alterar el modelo fiscal.
Sin embargo, en lugar de contratar inspectores, los gobiernos optan por hacer la vista gorda en las Diputaciones o por las amnistías fiscales en el estado.
Una amnistía fiscal que además de ineficaz, apenas ha aflorado dinero negro, lanza un mensaje muy peligroso a la sociedad como es el de que quien tiene mucho puede defraudar, que antes o después ya podrá aflorar ese dinero, también el gobierno del PSOE aprobó en su día una amnistía fiscal, pero los y las trabajadoras tienen que pagar hasta el último céntimo de impuestos, so pena de ser multados. Y no sólo eso, sino que las ligeras reformas que se han ido aplicando en la política fiscal tanto en territorio común como en cualquiera de los tres TTHH, el mensaje que siguen lanzando es el de que los que más tienen no vamos a tocarlos mucho no vaya a ser que se nos larguen, y por lo tanto la única alternativa es tocar los impuestos directos, profundamente injustos una vez más.
3.- Alterar el modelo de relaciones laborales y derogar las reformas laborales.
Tras las dos reformas laborales sólo oímos hablar de nuevos modelos de contrato, a cual más draconiano; de flexibilidad; de simplificar los despidos y, en general, todos los trámites legales vinculados a la actividad laboral, etc.
Pero ¿para cuándo se deja el gran debate que debería profundizar de verdad sobre el modelo de relaciones laborales dentro de la empresa; sobre la toma de decisiones; sobre la participación de los trabajadores; sobre las políticas de distribución de beneficios en las épocas de “vacas gordas” y la necesidad de generar fondos de reserva para las épocas de “vacas flacas”; sobre las políticas serias de investigación, inversión y apuesta a futuro; sobre una formación continua de verdad y bien planificada; sobre los límites a las deslocalizaciones, etc…..
¿No podría ser este momento en que se pide sacrificios y solidaridad a los trabajadores, una buena oportunidad para hablar también de todo esto? Dejo esta pregunta en el aire…
4.- Activar la inversión pública y reforzar los servicios sociales. El objetivo de todas estas iniciativas no es desde luego incrementar el ingreso para continuar despilfarrando fondos públicos en asesores, campañas de imagen o grandes infraestructuras que no tienen en cuenta las necesidades reales de la ciudadanía, sino para poder convertir a la administración pública en motor de la economía y por lo tanto en creadora de empleo tanto directo como indirecto. En ese sentido, en el programa electoral lanzamos una propuesta muy concreta en torno a la creación de empleo que puede tener efectos inmediatos en el descenso de las tasas del Lanbide como son:
Un plan de lucha contra el desempleo, un plan real con fondos públicos ad hoc y no con la suma de las partidas de otros departamentos dedicados al empleo como nos presentó Patxi López hace meses, sino un plan de aumento del gasto en servicios públicos dirigidos a sectores como la dependencia, la educación, la sanidad, las energías renovables, el transporte público o la rehabilitación ecológica de las viviendas.
Lo que permitiría generar, como decía, empleo directo de la propia administración, además de empleo indirecto, con lo que la inversión inicial se podría recuperar desde un punto de vista puramente económico y también desde un punto de vista social, con especial hincapié en el trabajo femenino.
5.- Aprobación de una nueva Ley de Vivienda que impida que cualquier entidad que reciba cualquier tipo de ayuda pública pueda desahuciar parados, pensionistas, etc…
Hasta aquí 5 propuestas concretas que podrían alterar de manera radical la salida a la crisis económica que estamos viviendo en Euskadi y que conectan con las preocupaciones de la ciudadanía tal y como se reflejaba en la última encuesta del CIS. Nuestro programa recoge muchas más, pero he querido resumir las principales para ilustrar que la crisis económica puede incluso ser una oportunidad para reforzar el estado de bienestar, ya que nos obliga a replantearnos el modelo actual de las cosas.
Por último, antes de acabar esta conferencia, no podemos abstraernos tampoco del otro debate que centra los titulares de campaña como es el del modelo de estado o si se prefiere el de la eventual independencia de Euskadi.
Lo dijimos desde el principio, esta no es la preocupación principal de la ciudadanía vasca que está mucho más alarmada por si podrá cobrar su pensión o no podrá hacerlo, si podrá enviar a sus hijos e hijas a la Universidad o si podrá seguir teniendo una asistencia sanitaria de calidad, pero visto que el resto de partidos están cómodos en este debate, toda vez que el debate económico pone de manifiesto sus visiones más o menos similares, Ezker Anitza-IU también tienen una propuesta para el modelo de estado.
La República Federal de Libre Determinación.
La defensa que hacemos del modelo federal como forma de articulación del estado español tiene parte de su razón de ser en el convencimiento histórico de que los dos intentos que ha promovido el Estado español para asumir la pluralidad de los pueblos que lo integran se han visto frustrados. En el primer intento durante la segunda República no fracasó el modelo, ya que el golpe militar fascista del 18 de julio de 1936 lo truncó e impidió su desarrollo posterior. En el segundo, el actual, ha fracasado por su agotamiento. Tanto la Constitución de 1978, como su inspiradora en esta cuestión que no es sino la Constitución de la II República, afrontaron este debate con un profundo miedo a permitir que fueran las propias sociedades afectadas las que decidieran libre y democráticamente el modelo de relaciones que deseaban tener con el Estado español.
En su lugar se ofertó desde el centro de dicho Estado un modelo estatutario para tres comunidades históricas. Para evitar que las demás regiones del estado plurinacional español, llegaran a percibir estos regímenes estatutarios como una suerte de privilegio, llevó a los dos partidos mayoritarios después de 1978 a homogeneizar el modelo dando al Estado una estructura autonómica. Lo que hoy conocemos como el Estado de las autonomías.
Frente al carácter centralista, conflictivo, inoperante y gravoso del actual estado de las autonomías, Ezker Anitza-IU defendemos el reconocimiento sin condiciones del derecho de autodeterminación de los pueblos colonizados del mundo, como pueden ser los casos del Tíbet, o el Sáhara, entre otros muchos pero también de los pueblos que componen el Estado español, como paso primero e inexcusable para el ejercicio de soberanía de los ciudadanos y ciudadanas del Estado. Entendemos asimismo, el federalismo como una forma de canalizar y desarrollar ese derecho de Autodeterminación de los pueblos que constituyen el estado español.
Algunas de las características del Federalismo que defendemos son las siguientes:
1º.- La Libre determinación, el modelo propuesto parte del reconocimiento que Ezker Anitza-IU hace del derecho de la sociedad vasca a decidir libre y democráticamente su futuro político. Precisamente a esa sociedad que decide libremente sobre su modelo de relaciones con el Estado le ofrecemos un proyecto federal.
2º.- El Federalismo no es un proyecto cerrado sino que se trata, ante todo, de un proceso abierto a toda la ciudadanía y a todos los pueblos del Estado español.
3º.- El Federalismo no se construye plenamente desde la reforma de tal o cual Estatuto sino que implica clara y expresamente una reforma de la Constitución española para todo el Estado.
4º.- En el Federalismo cada Comunidad Federada del Estado podría, en su pacto federal con el mismo, asumir libremente las competencias que figuran en la Constitución federal o delegarlas en el Estado federal.
5º.- En el Federalismo la soberanía no estará en manos de los agentes políticos ni de la judicatura. Sólo estará en manos de la ciudadanía.
Por lo anterior, en el Federalismo que proponemos siempre que haya que tomar decisiones importantes se convocarán referéndum y se respetará la voluntad mayoritariamente expresada por la sociedad.
6º.- Finalmente debemos señalar que nuestro modelo federal es un modelo basado en la solidaridad con las nacionalidades y regiones, manteniendo la riqueza política e institucional del Estado, pero dinamizándola con las aportaciones actuales, con las demandas de la sociedad del momento y enriqueciéndola con las aportaciones externas. Un Estado social pleno y de la cultura, que garantice la defensa de los derechos, tanto individuales como colectivos. Una república federal que impulse las diversas culturas que se encuentran en él, que garantice el plurilingüismo, la multiculturalidad y la fusión de estas culturas con otras. Un Estado Solidario, tanto en su interior como en el exterior, que base sus relaciones internacionales en la solidaridad y el internacionalismo, no en lo militar y en lo mercantil.
No obstante, si bien el federalismo es la opción de Ezker Anitza-IU existen también otros modelos de estado tan legítimo como el que defendemos y entre los cuales deberá ser la propia ciudadanía quien decida.
No obstante, también tenemos que decir, que las apelaciones a la independencia como solución a la crisis económica, nos parece profundamente insolidario además de poco viable desde el punto de vista puramente económico.
Y dejo algunas preguntas en el aire para ilustrar esta opinión:
¿Independencia dentro o fuera de Europa?
¿Dentro o fuera del Euro?
¿Cómo obtendría financiación un eventual estado vasco?
¿Qué hace pensar que la Troika sería más generosa en sus objetivos macroeconómicos con Euskadi que con el estado español?
¿Qué ocurre con las pensiones de los y las pensionistas vascos? ¿Cómo se van a financiar? ¿Se está pensando en alterar el actual sistema para ir a un sistema mixto público-privado como en su día teorizó el PNV en su desmedido apoyo a los planes privados de pensiones?
En fin, preguntas que nos hacemos pero que nadie ha querido responder hasta el momento.
Bukatzeko, ezinbestekotzak ematen dugu jendea jaiki dadin egoera honi aurre egin eta behingoz gehiengoak gutxiengo boteretsu bati irabazi diezaion, horregatik hain zuzen ere gure kanpaina leloa. Edo jaiki egiten gara edo gutxi batzuen interesak gehiengoa gailenduko gaita.
Por último, me gustaría finalizar con una cita de Gandhi, decía Gandhi, “lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena”, de ahí el lema de nuestra campaña: rebélate/jaiki, para que nadie pueda seguir apelando a la mayoría silenciosa para justificar unas medidas antisociales y contrarias a la ciudadanía. Les animo por ello a que se sumen a nuestro proyecto de buscar una alternativa a un sistema que, como hemos visto a lo largo de esta presentación, no funciona y cada vez más sirve a los intereses de unos pocos en contra.
A la vista está que en estos momentos, la única alternativa que nos queda a la ciudadanía, a la inmensa mayoría es la de la rebelión, rebelión en las calles, pero también rebelión en las instituciones alterando el status quo a través de nuestros votos.
Como habrán podido comprobar, no he pretendido desarrollar una gran tesis, lo cual, por otra parte, resulta imposible hacerlo en media hora, pero sí realizar algunas críticas muy pegadas a nuestra realidad actual y lanzar una serie de propuestas, sobre las cuales podemos ahora seguir charlando, a propósito de las preguntas que tengan a bien formularme.
Muchas gracias. Eskerrik asko.